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Una sola noche

Sigo aquí

No os creáis que me he hartado de escribir. Lo que pasa es que últimamente estoy teniendo muy mala suerte con mi salud. Después del enganchón del cuello, ahora la muela del juicio me está haciendo la vida imposible. Resulta que quiere salir, pero por donde no debe, y me ha creado una infección que me tuvo con fiebre dos días hasta que empecé a tomar antibióticos. Ahora ya estoy bien y puedo contar cosas, muchas cosas.

Como ya dije, estuve de vacaciones unos días en la hospedería de un convento en Altea (Alicante). Hemos tenido mucha suerte con el sitio, porque está fenomenal, todo nuevo y además estábamos solos. Las monjas son muy agradables y no son de las que agobian. Te dan las llaves y tú puedes entrar y salir cuando te dé la gana. Como la hospedería está anexa al convento, no molestas a nadie. Tienes el mar justo detrás, a 10 metros o menos. Una gozada. La dirección es esta. Hay bastantes fotos.

Nos han venido muy bien dos días de no tener que pensar en nada más que en descansar. No os imagináis el shock que supuso llegar a Valencia el día 18, en plenas Fallas y con la ciudad a tope de gente y petardos. Pero también fue divertido no perder el contacto fallero. Vimos la falla Nou Campanar (la ganadora de la Sección Especial) y era brutal, excesiva. Com diuen en Valencià "Amb diners, torrons". Como todo en este comienzo de siglo, se ha sobredimensionado la fiesta, hasta un límite casi inmoral.

Esta Semana Santa, como siempre, tengo un montón de conciertos. Siempre me digo a mi mismo: "el próximo año no voy a coger conciertos en Semana Santa y la voy a vivir como a mí me gustaría" pero acabo siempre igual, líado hasta las cejas. Y arrinconando a Dios, como a los abuelos a los que no prestas atención.

Bona nit

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