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Una sola noche

Reconvertir un blog

Ya ha llegado la época que yo esperaba. Me pasa con todo. Empiezo con fuerza e ilusión y al poco tiempo se convierte en algo rutinario para mí y lo dejo pasar. No quiero decir que escribir el blog sea un coñazo para mí, pero sí mantenerlo diariamente. Lo malo es que los blogs buenos, los que te gusta leer, son aquellos que se actualizan asiduamente (por cierto, un off-topic: estoy viciadísimo a leer microsiervos, el mejor blog en español que haya leído hasta ahora. Soy un microsiervo enganchado.). Además, al leer blogs buenos, te das cuenta de que los blogs personales sólo son interesantes si el que escribe tiene una visión "particular" del mundo. Los blogs tipo "me gusta Pepita pero no se lo puedo decir" o aquellos que hacen poesias insulsas sobre la realidad cotidiana, creo yo que son pasto del cotilleo más absurdo. (que me perdonen los que hacen este tipo de blogs)

Los blogs personales tienen una gran limitación. Son lo suficientemente anónimos para que puedas escribir cosas sin que te lean tus amigos o familiares, pero las cosas serias, las intimidades más profundas no las puedes poner en un blog al alcance de cualquiera que pulule por Internet. Por ejemplo, estos días ha sucedido algo que cambiará mi vida para siempre, y no lo puedo contar aquí (y ya he dicho demasiado) ni compartirlo. Es la paradoja del blog personal, que sólo es personal hasta cierto punto, donde solo escribes aquello que puedes expresar públicamente, y lo realmente interesante te lo guardas para ti (a no ser que seas un irresponsable y quieras airear toda tu intimidad a los 4 vientos interneteros, que hay gente pá tó. Si existe Tómbola existirán los blogs "tomboleros", eso está claro)

Necesito dar contenidos a mi blog, si quiero que sea algo. No puedo seguir de esta manera, porque acabaré escribiendo sólo los domingos a las 7 de la mañana, o sea nunca (hoy estoy despierto porque anoche me fui a dormir muy pronto y a las 6 me he desvelado).

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