El alma
Todos los violines (y demás instrumentos de su familia) tienen una pequeña pieza de madera, un poquito más fina que un lápiz, que se coloca a presión entre las dos tapas, superior e inferior. Esta pieza es la encargada de transmitir las vibraciones que se originan en las cuerdas y "bajan" a la caja a través del puente. Sin ella, el violín casi no sonaría, ya que las vibraciones se quedarían en la tapa superior. De hecho, la posición exacta de ese pequeño palito condiciona todo el sonido del instrumento, realzando agudos o graves según donde se coloque (con diferencias de milímetros). A esa barrrita, en las lenguas romances (italiano, español, catalán, francés...) se le llama alma, ya que sin ésta, el instrumento no sonaría nada, "moriría". Los anglos, tan fríos y poco poéticos, la llaman "sound post" (literalmente, "poste de sonido").
Mi mujer ha empezado el curso y tiene siete alumnos nuevos que empiezan por primera vez a tocar el violín. Tienen entre 7-10 años. Cuando les tiene que explicar las partes del violín (en la primera clase) las enumera todas, y cuando ya parece que ha terminado, les dice: "pero si falta la parte más importante. Como en las personas, la parte que no se ve es la más importante: el alma. Mirad ahí dentro". (el alma no se ve a simple vista, a no ser que mires en el interior a través de las "efes" del violín).
Pues bien, casi ningún alumno de los que ha tenido estos días ha oído hablar del alma en su vida, no tienen ni idea de lo que es. Sencillamente, no entienden de que les habla mi mujer cuando les dice eso. Se les queda una cara de palo que no os podéis imaginar. Ni siquiera les suena la palabra.
No estamos hablando de una cuestión religiosa o de creencias particulares. Es más una cuestión de la transcendencia humana. Llamadle alma, karma, espíritu, aura, conciencia o como queráis. Pero educar a los niños sin que sepan de la existencia de nuestro yo más profundo, de algo más alla de este cuerpo que nos contiene, me parece vacío, sin vida, pobre. La dimensión espiritual del hombre se puede tapar, ignorar, esconder, hasta reprimir; pero sigue ahí, independientemente de épocas, culturas, razas y gentes. Por algo será.
¿Vosotros que pensáis?
Bona nit
P.D. Más triste aún es cuando confunden la palabra y le llaman "el arma"...Se ve que esa palabra sí la conocen de sobra.
Mi mujer ha empezado el curso y tiene siete alumnos nuevos que empiezan por primera vez a tocar el violín. Tienen entre 7-10 años. Cuando les tiene que explicar las partes del violín (en la primera clase) las enumera todas, y cuando ya parece que ha terminado, les dice: "pero si falta la parte más importante. Como en las personas, la parte que no se ve es la más importante: el alma. Mirad ahí dentro". (el alma no se ve a simple vista, a no ser que mires en el interior a través de las "efes" del violín).
Pues bien, casi ningún alumno de los que ha tenido estos días ha oído hablar del alma en su vida, no tienen ni idea de lo que es. Sencillamente, no entienden de que les habla mi mujer cuando les dice eso. Se les queda una cara de palo que no os podéis imaginar. Ni siquiera les suena la palabra.
No estamos hablando de una cuestión religiosa o de creencias particulares. Es más una cuestión de la transcendencia humana. Llamadle alma, karma, espíritu, aura, conciencia o como queráis. Pero educar a los niños sin que sepan de la existencia de nuestro yo más profundo, de algo más alla de este cuerpo que nos contiene, me parece vacío, sin vida, pobre. La dimensión espiritual del hombre se puede tapar, ignorar, esconder, hasta reprimir; pero sigue ahí, independientemente de épocas, culturas, razas y gentes. Por algo será.
¿Vosotros que pensáis?
Bona nit
P.D. Más triste aún es cuando confunden la palabra y le llaman "el arma"...Se ve que esa palabra sí la conocen de sobra.
1 comentario
Sofía -
Y la mayor "alegría": una niña que comparaba la importancia del alma con la de nuestro corazón, que si no late nos morimos. (Sí, está muy bien, pero es algo material).
Sin embargo, la esperanza: aunque no lo sepan, la música enriquecerá su "alma" o como quiera que llamen a su maravilloso mundo interior :-)